JUAN DE MESA

El de Juan de Mesa es un caso ejemplar de fama silenciada y personalidad artística eclipsada por la de su maestro. Durante más de dos siglos y medio no hubo una sola mención a su nombre, siendo sus obras sistemáticamente atribuidas a Juan Martínez Montañés.

No fue hasta 1882 cuando José Bermejo y Carballo lo sacó del anonimato adscribiéndole el Cristo de la Misericordia del convento de Santa Isabel. Ya en las primeras décadas del siglo XX, los documentos desempolvados en varios archivos, en especial el de Protocolos Notariales sevillano, permitieron definir su figura y comenzar a conformar su catálogo.

Nació en Córdoba, del matrimonio formado por Juan de Mesa y Catalina de Velasco, siendo bautizado en la parroquia de San Pedro el 26 de junio de 1583.

No se vuelven a tener noticias hasta su ingreso en el taller de Martínez Montañés en 1606.

En junio de 1606, Mesa entró a trabajar con Montañés en Sevilla. Tenía entonces 23 años, una edad asombrosamente tardía para iniciar una formación profesional que solía comenzar en la infancia. Esta circunstancia ha intrigado siempre a los investigadores, que han considerado difícil de admitir que Mesa llegara sin ninguna formación artística.

Se casó, el 11 de noviembre de 1613, con María de Flores.

De sus manos salieron tallas de calidad asombrosa, sobre todo la impactante serie de imágenes pasionistas que incluye once Crucificados, dos Nazarenos y un grupo de la Piedad.

Juan de Mesa falleció en Sevilla el 26 de noviembre de 1627, siendo enterrado al día siguiente en la parroquia de San Martín.